viernes, 30 de julio de 2010

Refugio debajo de la Plaza de España, Villanueva de Córdoba


Las entrañas de la plaza de España de Villanueva de Córdoba guardan el baluarte defensivo mejor conservado de toda la provincia: una enorme sala de bóvedas apoyadas en pilastras de granito y ladrillo

El secreto que guardan las entrañas de la plaza de España de Villanueva de Córdoba no parece lo que es: un refugio de la Guerra Civil construido para proteger a la población de los bombardeos de la aviación. Sus túneles son amplios, con techos altos y con una pendiente cómoda. Su interior es espacioso y hasta gozaría de cierta belleza arquitectónica si no se hubiera usado para proteger de las bombas y las explosiones a centenares de personas muertas de miedo. Más que un refugio antiaéreo, parece una bodega decorada con arcos de ladrillo sustentados por la abundante tosca de granito de Los Pedroches. Algo precioso que, como las murallas y castillos de la Edad Media, demuestra que también se puede hacer arte para defenderse.

El 27 de marzo se cumplirán 70 años de la caída de Villanueva de Córdoba, uno de los últimos pueblos de la provincia que permanecieron en poder de la República hasta el final de la Guerra Civil. Ese día, se cegó y se intentó silenciar la gran huella que dejó la contienda en el pueblo: una oquedad entre el Ayuntamiento y la iglesia de San Miguel creada para proteger a la población de los bombardeos. Ahora, siete décadas después y tras un intento hace 25 años, el Ayuntamiento de Villanueva va a reabrir el refugio, se lo va a mostrar a sus vecinos y lo va a convertir en una sala de exposiciones y de conferencias a dos metros bajo tierra; ya no servirá para proteger vidas.

Después de una obra leve, centrada en acabar con las humedades y en evitar las constantes inundaciones que sufría el refugio, el Ayuntamiento lo va a reabrir al público casi casi como se lo encontró, ya que presenta un estado de conservación que no exagera al adjetivo de perfecto. La alcaldesa, Dolores Sánchez (PP), espera que a final de enero los jarotes puedan volver a recorrer los gruesos muros de piedra del refugio, pero ya no para huir de las bombas, sino para recordar cómo lo hacían sus abuelos hace 70 años.

Pese a que está en el centro del pueblo y a que durante la Guerra Civil acogió a centenares de personas, apenas quedan fuentes documentales escritas sobre el refugio antiaéreo de Villanueva de Córdoba. Un equipo de etnólogos y arqueólogos de la Junta de Andalucía, que está inventariando los elementos de arquitectura defensiva de la Guerra Civil en Córdoba, acudió hace un año hasta Villanueva y para completar su informe tuvo que echar mano de los testimonios orales. La coordinadora de este informe, la etnóloga Mónica Alonso, describe el refugio con un "aspecto monumental y sobrio, propio de la arquitectura pedrocheña". Según su informe, este baluarte defensivo fue construido a principios de 1939, meses antes del final de la guerra, bajo la dirección del ingeniero republicano José Pascual, que aprovechó tanto la mano de obra como los conocimientos constructivos de los albañiles de Los Pedroches. De hecho, "los materiales, granito y ladrillo, así como la construcción a partir de la bóveda de arista son rasgos muy característicos de la comarca", explica Mónica Alonso.

Todos los testimonios orales coinciden en que el refugio se excavó y luego se usó la misma tierra que se sacó para protegerlo. Además, en la plaza de España se colocaban cerros de paja para amortiguar el impacto de las bombas. Estos testimonios, recogidos de unos jarotes que hoy son octogenarios, recuerdan como "los burros acarreaban desde los alrededores piedras, tierra y ladrillos" y como la mano de obra no sólo estaba compuesta de soldados y hombres del pueblo, sino también de mujeres y niños, "que se encargaban del transporte de material".

Este abundante número de trabajadores y la coordinación de los albañiles con todo un ingeniero como José Pascual explican algo que todavía hoy sorprende a quien visita el refugio: "¿cómo es posible que lo hicieran tan rápido y tan bien?". Esta pregunta se la hace de forma constante Francisco Bejarano, encargado de la Cooperativa de Construcción de Villanueva de Córdoba para las obras de adaptación del refugio. Bejarano ha dirigido unos trabajos que apenas han costado 127.000 euros (subvencionados a cargo de los Planes Provinciales) y que se han centrado en acabar con las eternas inundaciones del refugio. En 1983, siendo alcalde Francisco Tebas, ya se intentó recuperar este tesoro oculto en el subsuelo de la plaza de España, pero el agua de lluvia no paraba de filtrarse y de inundar la zona como si de una cisterna romana se tratase, por lo que se abandonó la idea. Cuando hace apenas un año el Ayuntamiento lo reabrió con la intención de adaptarlo de una vez por todas, el agua tenía una altura de 60 centímetros. Hoy, se ha colocado una bomba y se conduce toda el agua hacia un desagüe que se ha construido por debajo del nivel del suelo del refugio. Problema resuelto.

Fue esa mano de obra tan numerosa -durante la Guerra Civil, Villanueva duplicó su población, al acoger a miles de soldados y refugiados, según explica el historiador Francisco Moreno Gómez- la que configuró un refugio con tres accesos principales desde diferentes lados de la plaza. La entrada principal se situaba al pie de la portada principal de la iglesia de San Miguel, convertida durante la contienda en un almacén de abastos. La parroquia conservó las campanas, que servían de alarma cuando se avistaban aviones. Esta entrada -conocida durante años por los jarotes como la boca del metro- posee una escalinata de granito que conduce a un pequeño pasadizo que a su vez desemboca en la gran sala abovedada, que sorprende al visitante por sus dimensiones (20 por 12 metros). Junto a esta entrada, el Ayuntamiento construyó unos servicios públicos a principios de los 80, que ahora van a volver a ser recuperados.

Según describe Mónica Alonso, otra entrada se disponía en la fachada del Ayuntamiento y la última junto a la pretoría de la iglesia. Hoy, en sus bocas se han instalado dos respiraderos. Estas dos últimas entradas descienden hasta el refugio a través de una galería realizada con bóveda de cañón en ladrillo que se apoya en una mampostería de granito. El túnel de la pretoría de la iglesia surca los cimientos del templo a través de unos 70 metros, una longitud impresionante e inquietante. Estas dos entradas están construidas en zigzag, para evitar que la onda expansiva de las bombas llegaran al interior del refugio.

Sin embargo, y por suerte, el refugio se usó poco. Durante toda la Guerra Civil, Villanueva de Córdoba sufrió entre seis y siete bombardeos, según explica Francisco Moreno Gómez, autor de La Guerra Civil en Córdoba y jarote de nacimiento. Además, estos ataques aéreos tampoco fueron demasiado destructivos, aunque muchos causaron muertes, como la de un matrimonio al que sorprendió un bombardeo fuera del refugio, y anécdotas como las de una pila en la calle de Las Navas, que voló hasta los tejados de una casa. "Los bombardeos en Villanueva fueron más intimidatorios que otra cosa" y no tan cruentos como los que sufrieron El Viso, Bujalance, Cabra o la propia Córdoba capital en distintas ocasiones. Y todo a pesar de que Villanueva fue desde la Navidad de 1936 la capital de la zona republicana de Córdoba. En el municipio jarote se refugió el Gobierno Civil, la sede de la Diputación en el convento de Cristo Rey y hasta la sede provincial del PCE en la mansión de Antonio Herrera. Aparte, casi todas las grandes casas señoriales estaban atestadas de soldados de las brigadas mixtas, de la 63ª División de las Brigadas Internacionales, de la 14ª Sección andaluza del Cuerpo de Guerrilleros y del hospital de sangre (ubicado en el hospital Jesús Nazareno) del 8º Cuerpo de Ejército de la República. Todos, soldados, heridos, jarotes y asilados políticos (sobre todo de la comarca de la Vega del Guadalquivir) se protegían de las bombas entre las columnatas del refugio de Villanueva de Córdoba.

Ahora, ha sido una alcaldesa del PP la que ha apostado por recuperar una huella de "nuestro pasado", pero no "para dividir y enfrentar una vez más", sino para "recordar lo que sufrieron nuestros padres y abuelos", explica Dolores Sánchez, mientras sube y baja túneles en los que a partir de enero ya no se escucharán gritos y llantos.
Fuente: eldiadecordoba.es

jueves, 29 de julio de 2010

Escudo de Villanueva de Córdoba



El Escudo de Villanueva de Córdoba, es el blasón de la Villa de Villanueva de Córdoba desde que Carlos I de España le concedió el título de villa al municipio en 1553.

Descripción del escudo de Villanueva de Córdoba:
El escudo de Villanueva de Córdoba, aunque nunca le fue concedido de forma oficial, está formado por las armas del emperador Carlos I de España, y Carlos V como Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, que fue heredero de cuatro monarquías europeas y el primer monarca que unió en su persona las coronas de Castilla, de Aragón, el Reino de Nápoles y Sicilia, recibidas por herencia materna. Por vía paterna recibió los Países Bajos Borgoñones, los Estados hereditarios de los Habsburgo y la posibilidad de acceder al trono imperial. Muchos de los territorios de los extensos dominios de Carlos I de España aparecieron representados en los complejos escudos que ostentó a lo largo de su vida. La descripción o blasonamiento de su escudo grande desde el año 1520 es la siguiente:
Escudo cuartelado. En el primer y en el cuarto cuartel, un contracuartelado del cuartelado de gules y un castillo de oro, almenado de tres almenas, con tres homenajes, el de en medio mayor y cada homenaje también con tres almenas, mamposteado de sable y aclarado de azur (por el Reino de Castilla) y de plata y un león de púrpura, coronado de oro, lenguado y armado de lo mismo (por el Reino de León); en el tercero partido, cortado en su diestra de oro y cuatro palos de gules en el jefe (por el Reino de Aragón), en la base de gules y una cadena de oro, puesta en cruz, aspa y orla, cargada en el centro de una esmeralda de su color (por Reino de Navarra), y en su siniestra partido, a la diestra de plata y una cruz potenzada de oro cantonada de cuatro cruces latinas del mismo metal (por el Reino de Jerusalén),[1] y a la siniestra fajado, ocho, de gules y de plata (por el Reino de Hungría); en el cuarto partido, cortado en su diestra de oro y cuatro palos de gules en el jefe (por Aragón), en la base de gules y una cadena de oro, puesta en cruz, aspa y orla, cargada en el centro de una esmeralda de su color (por Navarra), y en su siniestra partido y flanqueado, jefe y puntas de oro y cuatro palos de gules, flancos de plata y un águila de sable, coronada de oro, picada y membrada de gules (por el Reino de Sicilia). En el tercer y cuarto cuartel un cuartelado: en el primer cuartel, de gules y una faja de plata (por Austria); en el segundo cuartel, de azur, sembrado de flores de lis de oro y bordura componada, cantonada de plata y gules (Borgoña Moderna); en el tercero, bandado de oro y de azur con bordura de gules (Borgoña Antigua); en el cuarto, de sable y un león de oro, coronado de lo mismo, lenguado y armado de gules (por Brabante); sobre el todo escusón partido de oro y un león de sable, lenguado y armado de gules (por Flandes), y de plata y un águila de gules, coronada, picada y membrada de oro, cargado el pecho de un creciente trebolado del mismo metal (por Tirol). Entado en punta de plata y una granada al natural, rajada de gules y hojada de dos hojas de sinople (por Granada).


Escudo de Carlos I de España.
El escudo rodeado con el collar del Toisón de Oro, acola el águila bicéfala del Sacro Imperio Romano-Germánico sobre la Cruz de Borgoña de gules. Acompañado de dos columnas de plata, con la base y capitel de oro, sobre ondas de azur o azul y plata, superada la corona imperial la diestra, y de una corona real la siniestra, ambas de oro, y rodeando las columnas una cinta de gules o rojo, cargada de letras de oro, en la diestra "Plus" y en la siniestra "Ultra", (del latín Plus Ultra). Timbra la corona imperial, que es un círculo de oro, engastado de piedras preciosas, cerrada con forma de mitra, compuesta de ocho florones de hojas de acanto, visible cinco, interpoladas de perlas y de cuya parte central, abierta, salen tres arcos o diademas decorados con pedrería o perlas, rematada la central en el mundo de azur o azul, con el semimeridiano y el ecuador en oro, sumado de cruz de oro. La corona forrada de gules o rojo.''
Fuente:http://es.wikipedia.org

miércoles, 28 de julio de 2010

C.E.I.P. Moreno de Pedrajas


Colegio de Educación Infantil y Primaria del municipio de Villanueva de Córdoba. El edificio está situado en la plaza de la Fuentevieja y tiene entrada por la calle Alta nº 2 y por la calle San Gregorio Nº 1.
Historia del centro:

En el solar en el que hoy se alza el edificio estuvo en siglos pasados el primitivo hospital de Jesús Nazareno de la localidad. Un sacerdote insigne de la localidad, Don Bernardo Moreno de Pedrajas, dueño de la finca donde hoy se alza el colegio, había dispuesto en su testamento la fundación de un hospital para la asistencia de enfermos y que el hospital se alzase en la casa que el habitaba, que era donde actualmente se alza el colegio.

En 1864, una terrible tormenta arrasó el hospital de Jesús Nazareno, pero aún siguió abierto hasta el año 1888 en que fue clausurado.

El 8 de septiembre de 1905, siendo alcalde de Villanueva de Córdoba Don Esteban Rodríguez Silva, se colocó la primera piedra del edificio destinado a Escuela Pública, que volvería a ser ampliado en 1921.

Durante la Guerra Civil Española el edificio fue ocupado por militares y refugiados de la guerra y durante la posguerra fue utilizado por el Servicio Nacional de trigo, como almacén de aceites y posteriormente, como Comandancia móvil de la Guardia Civil.

Parece ser que durante el curso escolar 1950-1951 volvió a ser utilizado como colegio. En 1964 se creó la Agrupación escolar mixta "Moreno de Pedrajas", siendo su primer director Don Manuel García Gil. El edificio fue completamente remodelado entre 1984 y 1985.
Fuente:http://wikanda.cordobapedia.es/

Fuente de la Bellota


La Fuente de la bellota se encuentra localizada en el municipio de Villanueva de Córdoba en la Plaza de la Fuente Vieja.

Se construyo en 1967, cuando el alcalde don Juan Blanco Mohedano reformó la plaza. La fuente termina en una bellota como homenaje a este fruto de gran influencia en la economía del pueblo. El agua llega a los surtidores a través de un motor localizado en el pozo, que fue tapado en la misma fecha.

Bibliografía:

-Ocaña Torrejón, Juan. Callejero de Villanueva de Córdoba (colección de datos históricos). Pozoblanco. Imprenta Pedro López. 1972.
Fuente: http://wikanda.cordobapedia.es/

Ermita de Jesús de Villanueva de Córdoba


Ermita de Jesús. Edificio religioso desaparecido que se encontraba en la calle Real de Villanueva de Córdoba, y del que en la actualidad sólo se conserva la portada. Databa del siglo XVI.
La ermita de Jesús de la localidad de Villanueva de Córdoba, hoy desaparecida, estaba situada en la calle Real, enfrente de donde hoy se alza el Restaurante Las Columnas. Debió de iniciarse su construcción a principios del siglo XVI, aunque se desconoce la fecha exacta.

En el siglo XVI existía en el municipio una hermandad conocida como "Cofradía del Nombre de Jesús", que tenía a su cargo el Hospital de la Santa Caridad, desparecido en la actualidad, que se encontraba al lado de la Ermita de Jesús. La cofradía anteriormente mencionada también tenía a su cargo la Ermita de Jesús, cuya edificación fue costeada por los miembros de dicha cofradía. Había en el interior de la ermita una pila de agua bendita, de mármol, en la que se hallaba inscrita la fecha "1657", que debía corresponder al año en que fue colocada.

La Escuela de Cristo, hermandad extendida por toda España, tenía su sede en Villanueva de Córdoba en la desaparecida ermita de Jesús, habiendo sido aprobado el establecimiento de la hermandad en la localidad en el siglo XVII. La Escuela de Cristo estaba compuesta por doce miembros, varones en memoria de los doce Apóstoles. Practicaban una rigurosa disciplina en sus oraciones y sacrificios. En Villanueva de Córdoba, la Escuela de Cristo desapareció a principios del siglo XX.

En 1899 se confirmó la propiedad del obispado de Córdoba sobre la sacristía y la casa del santero de la ermita, que aún subsistían, pero el resto de la parcela que lindaba con la ermita pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de la localidad. En dicha parcela se construyó una escuela de párvulos y una casa para la maestra.

En la ermita de Jesús se custodiaban, entre otras, la imágenes de Nuestro Padre Jesús Nazareno, la Virgen de los Dolores y el Santo Sepulcro, adquiridas todas ellas en la década de 1820. Dichas imágenes, junto con la propia ermita de Jesús, que fue convertida en refugio antiaéreo, fueron destruídas en julio de 1936, al comienzo de la Guerra Civil Española. Tras ésta, y según relata Juan Ocaña Torrejón en su obra Callejero de Villanueva de Córdoba sólo se conservaba del interior de la ermita el crucero del altar. El estado en que se encontraba aconsejó su venta y en 1964 fue adquirida por Bartolomé Torrico Martos. Años después, la viuda del propietario, Antonia Torrico Ayllón, destruyó toda la obra del refugio antiaéreo, construído por los republicanos, conservándose desde entonces únicamente la portada de la ermita y el crucero, en el interior.
Fuente: http://es.wikipedia.org/

Ermita de San Gregorio de Villanueva de Córdoba ( Desaparecida )


La desaparecida Ermita de San Gregorio era un edificio religioso que se encontraba en la localidad cordobesa de Villanueva de Córdoba, y que se alzaba donde en la actualidad se encuentra la Biblioteca Municipal de la localidad.
Se ignora la fecha de construcción de esta ermita, así como se ignora la mayor parte de lo relativo a ella, pero debió de ser construida en el siglo XV, al tiempo que se la ponía bajo la advocación de San Gregorio, santo que gozaba de gran devoción en todo el Valle de los Pedroches, por ser "abogado contra las plagas del campo", en especial contra las langostas, procedentes de los campos de Alcudia. Se fundó una hermandad en Villanueva de Córdoba con el nombre de San Gregorio, y de las hermandades fundadas en el municipio durante la Edad Moderna, ésta era una de las más antiguas, y ella sufragó la construcción de la ermita.

La hermandad o cofradía de San Gregorio celebraba sus fiestas el día 9 de mayo, sacando en procesión al titular y los vecinos de las calles cercanas hacían, en la noche previa a la de la procesión, fogatas con sarmientos en las puertas de sus casas. Al terminar la Guerra Civil Española, la hermandad, ya muy reducida en cuanto al número de sus miembros, desapareció. Después de la Guerra Civil se intentó volver a acondicionar el templo, cuyas condiciones estructurales habían permanecido inalteradas, para el servicio religioso. Pero las autoridades dispusieron su cierre, hecho que ocasionó protestas entre los vecinos de la localidad, que ya habían limpiado y adecentado el edificio, que en la Guerra Civil había sido utilizado como almacén por el ejército republicano.

Una fotografía que se conserva de la ermita de San Gregorio, tomada en 1940, muestra que era una un edificio de una sola nave, estando construida su portada principal en granito y estando formada por un arco de medio punto con moldura exterior. Su tejado estaba formado por una cubierta a dos aguas y en la fotografía que se conserva de ella puede apreciarse una espadaña, aunque es difícil precisar si había alguna campana en ella. En su interior se guardaba una imágen de San Gregorio, así como algunos otros santos, que fueron quemados en 1936, durante la Guerra Civil Española.

En 1813, Don Bernardo Moreno de Pedrajas, vicario de la villa de Villanueva de Córdoba y natural de ella, dispuso la creación de un Cementerio Municipal, donando un terreno para ello que lindaba con la ermita de San Gregorio. Al parecer, sobre el dintel de la puerta de entrada al camposanto se hallaba una inscripción que decía: "oy a mi, mañana a ti. Año 1813". El cadáver de Don Bernardo Moreno de Pedrajas recibió sepultura en su momento en la parte anterior de la entrada a la ermita, bajo una lápida de piedra negra. En 1866 el Ayuntamiento adquirió una pequeña parcela a espaldas de la ermita, con objeto de ampliar el cementerio. El aumento de la población obligó a pensar en la construcción de uno más extenso y así se acordó en 1898, siendo alcalde Francisco Cañuelo Blanco. La primera piedra del nuevo cementerio se colocó en 1902 y fue bendecido y dedicado a San Miguel Arcángel, patrono de la localidad, en 1906. El último cadáver que recibió sepultura en el cementerio de San Gregorio fue el de un niño de tres años, llamado Blas Amor Tamaral.

El viejo cementerio de San Gregorio permaneció cerrado, aunque respetando las sepulturas, hasta 1944, en que se comenzó a demoler, con el objeto de construir en su solar un jardín público, que jamás llegó a construirse. Los restos mortales que aún permanecían en el camposanto fueron extraídos de sus tumbas. Los restos de Don Bernardo Moreno de Pedrajas fueron trasladados con gran ceremonia al hospital de Jesús Nazareno y depositados bajo una losa de mármol con inscripción grabada, en los escalones que comunican la sacristía con la Iglesia del Hospital y allí permanecen hasta el día de hoy.

Al comenzar el derribo, dieron también comienzo las ventas y donaciones de parcelas en el ejido de este nombre, lo que hizo que este desapareciera casi en su totalidad, edificándose en él las calles que enmarcaban el Antiguo Matadero Municipal, y cuyas calles y casas se conocían como "casas del Dieciocho de Julio".

En 1969, siendo alcalde de Villanueva de Córdoba Juan Blanco Mohedano y ya demolida la ermita, el solar del antiguo cementerio fue donado al Servicio Nacional de Lectura, y en él se levantó el edificio de la Biblioteca Pública Municipal, que fue abierta al público en el verano de 1970. En su fachada principal se colocó un plano de la población en azulejos policromados, de gran tamaño, que fue donado por Pedro García Cañuelo.

Conviene señalar que el cierre de la ermita, ordenado a poco de finalizar la Guerra Civil por las autoridades religiosas de la localidad, y su posterior demolición, generaron malestar en los ciudadanos jarotes. De hecho, estuvo a punto de llegarse a la recolección de firmas para evitar la demolición de la ermita, que a pesar de los diferentes avatares sufridos a lo largo de su historia, aún se encontraba en un razonable buen estado. Pero los ruegos no sirvieron de nada y la ermita de San Gregorio fue demolida.
Fuente: http://es.wikipedia.org/

Ermita de la Virgen de Luna


La ermita de la Virgen de Luna, patrona de las localidades cordobesas de Villanueva de Córdoba y Pozoblanco es un edificio religioso que encuentra en el centro de la Dehesa de la Jara, en el coto de Navarredonda, a unos once kilómetros de Villanueva de Córdoba. Se construyó aproximadamente a mediados del siglo XV.
Es un edificio de planta cuadrada con tres naves separadas por columnas de granito con capiteles toscanos, sobre los que cabalgan arcos de medio punto que soportan la cubierta de madera que cubre el edificio. El presbiterio es de planta cuadrada y se cubre con una cúpula sobre pechinas con linterna. La cabecera del templo es semicircular interiormente y plana de cara al exterior. La sacristía es de planta rectangular. Hay dos puertas que permiten acceder a la ermita, una en la nave derecha y otra a los pies, que constituye la portada principal. Ambas puertas son adinteladas y construídas en granito. La obra de la ermita se completa con una espadaña de un solo cuerpo en ladrillo y un pórtico pequeño.

En el interior de la ermita destaca la imágen de la Virgen de Luna, titular del Santuario, que se halla en el presbiterio, presidido por un Cristo Crucificado. En la nave izquierda sobresale un retablo moderno de estilo clásico que cobija la imágen de San Diego. En el lado derecho se alza un retablo donde se veneran las imágenes del Sagrado Corazón de Jesús, de Santa Lucía y de San José.

En 1585 se construyó una tapia para rodear la ermita. A principios de siglo fue rodeada de un muro de piedra de una altura aproximada de unos cuatro metros, con dos portones que estaban situados en el mismo lugar en el que hoy están las puertas de Pozoblanco y Villanueva. Este muro circundaba las edificaciones existentes: casa del santero, casas de Pozoblanco y Villanueva y los anexos para los animales del santero. Delante de la ermita hay una gran explanada, en cuyo centro hay un pequeño basamento escalonado con una columna de granito rematada por una cruz de hierro. Los cuatro escalones de granito que soportan la columna datan de 1642. En 1969 Pozoblanco inicia las obras de construcción de la verja actual, edificando toda la verja de la fachada que da a la explanada. En 1971, el Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba aprobó las obras de construcción del resto de la verja, así como el arco de la puerta de Villanueva y la Casa-Hospedería de la Cofradía, caracterizándose ésta por la calidad de su techo abovedado.

Todo el mobiliario religioso que antiguamente contenía la ermita fue incendiado o saqueado en julio de 1936, durante la Guerra Civil Española, como un cuadro que representaba a San Martín, una imágen de Santa Lucía y otra de San Diego.

La ermita pertenece a las localidades de Pozoblanco y Villanueva de Córdoba, que cuidan de su conservación y buen estado.
Fuente: http://es.wikipedia.org/

Hospital de Jesús Nazareno de Villanueva de Córdoba


El Hospital de Jesús Nazareno es un edificio religioso de la localidad de Villanueva de Córdoba, en la provincia de Córdoba, que en la actualidad se halla convertido en residencia de ancianos. Su construcción comenzó en el año 1886.
En 1886 Antonio Martos Avalos, médico y alcalde de la localidad, concibió el propósito de construir un nuevo Hospital de Jesús Nazareno en el municipio de Villanueva de Córdoba, ya que el que ya existía, aunque aún permanecía abierto, se hallaba en estado ruinoso y de hecho, fue clausurado en 1888. Este primitivo Hospital de Jesús Nazareno se hallaba donde hoy se alza el C.E.I.P. Moreno de Pedrajas, en el centro de la localidad, y había sido fundado por el sacerdote Bernardo Moreno de Pedrajas, que tenía aquí su residencia, quien a la hora de su muerte y en su testamento, destinó su residencia a albergar un hospital para enfermos, que debía regirse por la regla por la que se regía un hospital similar existente en la vecina villa de Pozoblanco, y que tenía el nombre de Hospital de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Pozoblanco. La generosidad del fundador es recordada en una placa de mármol que se encuentra colocada en la fachada del C.E.I.P. Moreno de Pedrajas, y que fue colocada en 1918, con motivo del centenario de la fundación del primitivo Hospital de Jesús Nazareno en Villanueva de Córdoba.

En 1886 se constituyó una Junta Rectora del Hospital, compuesta por el alcalde Antonio Martos como presidente, siendo el resto de los componentes de la misma varios señores de la localidad. Se acordó que el mejor lugar para levantar el nuevo edificio era el Egido del Calvario, frente a la calle Córdoba, llamada hoy "Moreno de Pedrajas" en honor del fundador del hospital, y se encargó al arquitecto Amador Rodríguez la elaboración de planos y presupuestos. La propiedad del nuevo edificio fue ofrecida al Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba, a condición de que se hiciese cargo de las deudas derivadas de la construcción del nuevo hospital.

En una Real Orden, con fecha de 20 de julio de 1894, se ordenaba la creación de una Junta de Patronos para regir el hospital. Dicha Junta estaría compuesta por los señores Alcalde-Presidente del municipio y por el párroco de la Iglesia de San Miguel Arcángel, única parroquia de la localidad en ese momento. Ambos serían los vocales de la Junta de Patronos por derecho propio, mas otros dos vocales designados por el Ministerio de la Gobernación, y que serían elegidos de entre las ternas propuestas por el párroco de la de San Miguel y el Alcalde, y deberían ser personas destacadas por su cultura y sentimientos. Terminadas las obras y cumplidos todos los requisitos, el Hospital de Jesús Nazareno fue inaugurado con toda solemnidad el día 17 de febrero de 1896, después de varios años con las obras muy ralentizadas por falta de medios y otra serie de inconvenientes.

El edificio inaugurado en 1896 constaba de una capilla en el centro; al lado izquierdo se hallaban un apartamento para el recibimiento de los enfermos y una amplia sala destinada a enfermería de mujeres; al lado derecho se encontraba la enfermería de los varones. En la parte trasera del edificio se encontraban la sacristía, la cocina, los dormitorios de las hermanas que atendían el hospital, y otra serie de dependencias. En la parte derecha había dos salitas pequeñas destinadas a realizar las curas de urgencia y a servir de botiquín. Se dispuso que la asistencia médica fuera realizada gratuitamente por los médicos titulares de la localidad y que el coste de los medicamentos consumidos fuera abonado por el Ayuntamiento del municipio.

Los presupuestos de ingresos y gastos que se confeccionaban anualmente oscilaron hasta el año 1936, fecha del comienzo de la Guerra Civil Española, entre las 9.234 y las 11.000 pesetas. Los ingresos de que se nutría el hospital estaban formados por la renta de las inscripciones de la Deuda, por los donativos de particulares recogidos por las Hermanas entre los vecinos y también, por las aportaciones del Consistorio de la localidad. Ello indicaba el cariño y la preocupación que el municipio jarote sentía por la institución.

Al inaugurarse el Hospital en 1896, se hicieron cargo de la enfermería las religiosas concepcionistas de la congregación conocida como "las Amantes de Jesús", procedentes de su casa en Don Benito, en la provincia de Badajoz. Pero en 1903, dicha congregación abandonó el hospital por orden de la Junta Municipal de Sanidad. El 21 de agosto de 1903 el Obispo de Córdoba designó a séis monjas de las Hermanas de Jesús Nazareno, congregación fundada en el siglo XVII, de Pozoblanco, para que vinieran a Villanueva de Córdoba a sustituir a las otras hermanas. Las Hermanas de Jesús Nazareno de Villanueva de Córdoba dependían del Hospital de Jesús Nazareno de Pozoblanco. En la década de 1930, siendo patrono del Hospital Marcial Rodríguez Urbano, párroco de San Miguel Arcángel, se llevaron a cabo obras de reparación y se concibieron planes de mejora para el futuro. Pero en 1931, con el advenimiento de la II República, los donativos del vecindario disminuyeron y el Ayuntamiento de la localidad, aunque en un principio deseó hacer numerosas mejoras, apenas contribuyó durante esos años al engrandecimiento del hospital.

Al estallar la Guerra Civil Española en 1936, el bando republicano se incautó del Hospital de Jesús Nazareno, para poder atender a los heridos de guerra. En un principio las Hermanas de Jesús Nazareno fueron respetadas, siguiendo las órdenes del alcalde del municipio, Julián Caballero Vacas, que prohibió que se las molestase bajo ningún concepto, llegando incluso a amenazar con pérdida de vida a aquel que agraviase a las hermanas. Pero, a pesar de la buena voluntad del alcalde, la situación pronto se hizo intolerable para ellas, a causa de la presencia de milicianas republicanas que las ayudaban en las tareas de cuidar a los enfermos, y que con sus insultos y su trato poco respetuoso hacia las hermanas, motivaron que éstas se resolvieran a abandonar el hospital a finales del año 1936. La autoridad municipal les proporcionó vehículos y las hermanas de Jesús Nazareno se dispersaron, yéndose unas a Hinojosa del Duque, otras a Pozoblanco y otras a la provincia de Jaén. El alcalde de la localidad las invitó a avisarle cuando deseasen regresar, pero la situación no se prestó a ello. El 27 de marzo de 1939 entraron las tropas nacionales en Villanueva de Córdoba y el día 1 de abril llegaron al hospital dos hermanas de Jesús Nazareno procedentes de Pozoblanco, enviadas por la Reverenda Madre General, quienes se dedicaron a la limpieza y ordenamiento del edificio, que a pesar de las pérdidas sufridas no se encontraba en mal estado.

Durante la Guerra Civil, desaparecieron o fueron destruídas todas las imágenes religiosas del edificio. La imágen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que presidía la Capilla del Hospital, fue quemada a las puertas de éste junto con otras. Después de terminado el conflicto en 1939, el sacerdote Pedro Romero Torralbo trajo de Lucena una imágen de Jesús Nazareno para sustituir provisionalmente a la destruída en 1936. En 1954 se adquirió la actual imágen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, procedente de los talleres "Santa Rufina de Madrid", cuyo coste ascendió a 7.500 pesetas, que fueron recaudadas por Marcial Rodríguez Urbano, párroco de la de San Miguel de la localidad. En 1940, Francisca Casalilla Delgado donó al hospital una imágen de San Benito, adquirida en los talleres de Olot. Ese mismo año los hermanos Moreno Escudero donaron a la Capilla una imágen de San Matías, adquirida en los talleres de Olot en 1939. En 1947, José Pedraza Segura y su esposa, María Díaz Delgado encargaron al autor del retablo mayor de la Iglesia de San Miguel Arcángel, Valeriano Martínez, de Burgos, la realización de un altar para la imágen de San Benito.

En 1966 se construyó un pabellón destinado a los varones, cuyo coste ascendió a 250.000 pesetas. En 1967 se hundió el tejado de la enfermería de mujeres y al arreglarlo, se amplio el ala izquierda del edificio, construyéndose una habitación junto a aquella enfermería. El coste fue de alrededor de 72.000 pesetas, procedentes de diversos donativos.

En la actualidad, el Hospital de Jesús Nazareno, que dentro de pocos años celebrará su segundo centenario, se encuentra convertido en una residencia de ancianos y recientemente se han llevado a cabo obras que prácticamente han duplicado la capacidad de acogida del edificio.
Iglesia del Hospital de Jesús Nazareno
La capilla consta de una sola nave. El presbiterio se encuentra elevado un peldaño por encima del nivel de la Iglesia. En el se halla el altar, de granito, y en los laterales del presbiterio hay sendas puertas que conducen a la sacristía. En una cavidad situada encima del sagrario se sitúa la imágen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que recientemente se ha convertido en la imágen titular de una Cofradía de Semana Santa fundada recientemente, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, fundada en el año 2008. La imágen de Nuestro Padre Jesús Nazareno fue realizada en la década de 1950 en los talleres Santa Rufina de Madrid y fue restaurada en 2009 por el imaginero cordobés Antonio Bernal Redondo. Fue adquirida en 1954 por Marcial Rodríguez Urbano por la cantidad de 7.500 pesetas. El sagrario, de bronce dorado, fue costeado por María Josefa Fernández, y su coste fue de 5.000 pesetas. Destaca también la imágen de San Benito que se venera en este templo y que siempre ha gozado de gran devoción entre los jarotes. A lo largo de las paredes de la iglesia se encuentra un Vía-Crucis de madera y a los pies de la iglesia un confesionario.

A los pies de una de las puertas que comunican la sacristía con la capilla y bajo una lápida de mármol que da fe de su traslado a este lugar en el año 1955, reposan los restos del fundador del primitivo Hospital de Jesús Nazareno, Bernardo Moreno de Pedrajas. Primeramente estuvo sepultado bajo una lancha de pizarra negra sin inscripción alguna, a la entrada de la desaparecida Ermita de San Gregorio, que hacía las veces de capilla en el Cementerio de San Gregorio que él mismo había ordenado construir, y que fue clausurado en 1906. En 1955 sus restos fueron trasladados aquí, siendo párroco de la Iglesia de San Miguel Arcángel Marcial Rodríguez Urbano. En lo que fuera Cementerio y Ermita de San Gregorio se alzan hoy la Biblioteca y el Teatro municipal de Villanueva de Córdoba. La inscripción sobre la lápida del insigne benefactor de la localidad y fundador del Hospital de Jesús Nazareno reza la siguiente inscripción:

"J. H. S. Aquí yacen los restos mortales del Fundador de este Santo Hospital Rvdo. D. Bernardo Moreno de Pedrajas, Cura Párroco de esta villa. Falleció: 6 de octubre 1818. -Se trasladó: 19 de agosto 1955. -Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia. R. I. P. A."
Fuente: http://es.wikipedia.org/

Iglesia de Cristo Rey de Villanueva de Córdoba


La Iglesia conventual de Cristo Rey, que en la actualidad recibe el nombre de Iglesia parroquial del Sagrado Corazón, es un edificio religioso situado en la localidad de Villanueva de Córdoba, en la provincia de Córdoba. La construcción del templo finalizó en el año 1928, y en la actualidad, es una de las tres iglesias parroquiales con que cuenta el municipio cordobés
La iglesia fue construída a principios del siglo XX y su propósito era servir de capilla al Convento de Hijas de Cristo Rey, comenzado a edificar en 1919 y terminado en 1928. La impulsora de la creación del convento fue Dolores Herruzo Moreno, señora de la localidad, y los edificios fueron levantados en un solar de su propiedad. A causa de diversos accidentes, como en el que falleció un obrero en el año 1920, y de la falta de fondos, la obra no pudo completarse hasta 1928, gracias a que en 1924, el entonces Obispo de la Diócesis de Córdoba, Pérez Muñoz había donado la cantidad de 150.000 pesetas para que pudieran proseguir las obras.

En 1952, la iglesia, que era la capilla del Convento de Hijas de Cristo Rey fue elevada al rango de parroquia, al mismo tiempo que lo era la ermita de San Sebastián, de la misma localidad. En 1954 en ambas comenzaron a celebrarse los cultos religiosos, ininterrumpidos desde entonces.
Una reja de hierro cierra el acceso al atrio situado delante del templo, que cierra asimismo la fachada principal del Convento de Hijas de Cristo Rey. La portada de la iglesia no concuerda con el eje central de la iglesia, que se sitúa a su derecha. La iglesia de Cristo Rey tiene una sola nave cubierta con bóvedas de crucería. La cabecera de la iglesia es de planta rectangular y muy alargada. A los pies se encuentra el coro y la puerta principal, con arco apuntado de granito sobre el que se abre un rosetón y un vano para campanas.

En el presbiterio se encuentra el retablo mayor, de estilo neogótico, de madera sin dorar, y que cuenta con tres calles en las que se hallan colocadas varias imágenes devocionales, hallándose en el centro de la calle central del retablo la imágen del Sagrado Corazón de Jesús. Bajo ella se sitúa el sagrario.

Se encuentran distribuidas por el templo varias imágenes devocionales, entre las que destacan las siguientes:

Nuestro Padre Jesús Nazareno, labrado en 1957 por Amadeo Ruiz Olmos, y que fue restaurada en 1997 por Santiago Lara.
Virgen de los Dolores, "la Dolorosa", talla anónima de 1940 restaurada en 1980 por Carlos Valle y en 2001 por Santiago Lara.
Cristo atado a la columna, obra del imaginero cordobés Antonio Castillo Ariza de 1962.
María Santísima de la Esperanza, obra de 1975 del escultor sevillano Antonio Eslava Rubio.
Cristo de la Caridad, tallado en 1963 por Antonio Castillo Ariza.
Existía una puerta que comunicaba directamente la iglesia parroquial con el convento de las Hijas de Cristo Rey, pero dicha puerta fue tapiada por orden de un párroco en la década de 1960.

La parroquia de Cristo Rey es la sede de dos hermandades que desfilan en procesión en la Semana Santa jarota. La primera de ellas es la Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Señor Amarrado a la Columna, Cristo de la Caridad y María Santísima, Reina de la Paz y Esperanza Nuestra, que procesiona en la noche del Martes Santo y la segunda es la Hermandad de Ntro. Padre Jesús Nazareno y Ntra. Sra. de los Dolores, conocida como el Santo Encuentro, que procesiona en la noche del Miércoles Santo. Ésta última fue creada siendo párroco de Cristo Rey Pedro Zamorano Pérez.
Fuente: http://es.wikipedia.org/

Ermita de San Sebastián de Villanueva de Córdoba


La Ermita de San Sebastián de Villanueva de Córdoba, localidad de la comarca de los Pedroches, en la provincia de Córdoba, es un edificio religioso construido en el siglo XVI y que desde 1952 cuenta con el rango de iglesia parroquial.
La actual Parroquia de San Sebastián de Villanueva de Córdoba es una antigua ermita del siglo XVI que ha sufrido diferentes reformas que han modificado notablemente su aspecto. La ermita fue construida en 1585 y fue convertida en parroquia en 1952, al igual que la parroquia de Cristo Rey de la localidad, siendo abierta al culto el 28 de julio de 1954. La obra de la ermita fue costeada por la Hermandad de San Sebastián. El primitivo campanario o espadaña fue sustituido por uno con dos cuerpos con tres campanas y en 1688, durante una Visita Pastoral del Cardenal Salazar, obispo de Córdoba, ordenó que se devolviera a la ermita de San Sebastián una campana que había sido llevada a la cercana Iglesia de San Miguel Arcángel. En 1757 se efectuaron obras de reparación en todo el edificio de la ermita y también en la casa del santero. Ambas ocupaban 425 metros cuadrados.

En julio de 1936, durante los primeros días de la Guerra Civil Española, se utilizó la ermita como cárcel para las personas detenidas por los republicanos. Todas sus imágenes y altares fueron destruidos. Entre los años 1964 y 1965 se edificó la casa parroquial, utilizando la que había sido hasta entonces casa del santero, obra que proyectó y dirigió el párroco del momento, Don Rafael Gutiérrez Márquez.
La obra pertenece al tipo característico de ermita de los Pedroches, con cuatro tramos separados por arcos diafragma sobre pilares de granito, habiéndose sustituido la cubierta plana de madera a dos aguas por bovedillas de cemento. También se le modificó la cabecera, añadiéndosele una cúpula con linterna que no aparece nunca en este tipo de edificios, así como tampoco suelen aparecer las cuatro capillas laterales, de planta rectangular y cubiertas por bóvedas de cañón con lunetos, abiertas de forma simétrica en los tramos más cercanos a la cabecera.

Junto al presbiterio está la sacristía parroquial y a los pies se encuentra la portada principal, construida en granito, con arco de medio punto con moldura exterior, precedida por un pequeño pórtico de tres arcos peraltados sobre columnas toscanas. La fachada del edificio se completa con una espadaña con dos cuerpos construidos en granito que albergan las campanas.

En el interior de la ermita de San Sebastián se veneran varias imágenes, entre las que destaca la del titular de la iglesia, donada en 1939 por una vecina de la localidad y el Cristo de la Buena Muerte, que preside el altar mayor. Éste último fue tallado en 1955 por Antonio Castillo Ariza. En la parroquia se guarda asimismo la imágen de la Virgen de la Alegría, realizada por el escultor Martínez Cerrillo en 1965, así como la imagen de "la Borriquita", realizada en los talleres de Olot en 1961. Es notable también el sagrario de la parroquia, de estilo neobarroco, que descansa sobre una columna. En el lado izquierdo de la iglesia un pequeño retablo sostiene la figura de San Bartolomé, titular de la hermandad de su nombre en Villanueva de Córdoba.

La parroquia es la sede de tres hermandades de la localidad que desfilan en procesión en la Semana Santa Jarota: la hermandad de la Borriquita, la del Cristo de la Buena Muerte y la de la Virgen de la Alegría.
Bibliografía
Merchán Rodríguez, Bartolomé (1980). Publicaciones del Ilustrísimo Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba (ed.). Cosas y Costumbres de mi pueblo, Villanueva de Córdoba.
Ocaña Prados, Juan (1982). Publicaciones del Ilustrísimo Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba (ed.). Historia de la Villa de Villanueva de Córdoba, 2ª edición.
Ocaña Torrejón, Juan (1981). Publicación del Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba con la colaboración de la Excma. Diputación Provincial de Córdoba (ed.). Villanueva de Córdoba: apuntes históricos, Villanueva de Córdoba.
Ocaña Torrejón, Juan (1977). Publicaciones del Ilustrísimo Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba (ed.). Villanueva de Córdoba en el siglo XIX (Datos históricos), Villanueva de Córdoba.
Ocaña Torrejón, Juan (1972). Callejero de Villanueva de Córdoba (colección de datos históricos), Pozoblanco: Imprenta Pedro López.
Fuente: http://es.wikipedia.org/

Iglesia del Dulce Nombre de Jesús de Villanueva de Córdoba


La Iglesia del Dulce Nombre de Jesús es un edificio religioso situado en el centro de la localidad de Villanueva de Córdoba. Fue construida a mediados del siglo XX, y la impulsora de su construcción fue María Jesús Herruzo Martos, natural de Villanueva de Córdoba.
La congregción de Obreras del Corazón de Jesús, a la que pertenece este templo, fue fundada en 1940 por María Jesús Herruzo Martos, natural de Villanueva de Córdoba, labor en la que estuvo asistida por el Padre Pedro Castro Quero, de la Compañía de Jesús. El templo forma parte de un gran conjunto edilicio que engloba la Escuela Hogar y el convento de las Obreras. El exterior del edificio es un conjunto de estilo neobarroco, articulado con ventanas y balcones, en el que se encuentra la portada del templo, que luce en una hornacina situada por encima de la puerta una imágen del Buen Pastor, realizada por Domingo Sánchez Mesa.

La iglesia del Dulce Nombre de Jesús fue diseñada por Carlos Sáenz de Santamaría a mediados de la década de 1950, y es un espacio de estilo neobarroco que cuenta con tres naves y crucero, con coro situado en alto a los pies del templo, y tribunas sobre las naves laterales. El edificio está cubierto con bóvedas baídas adornadas con motivos geométricos. En el crucero se encuentra la cúpula, que cuenta con fajas geométricas pintadas de gris, y óculos. En las pechinas que sostienen la cúpula existen cuatro pinturas que representan a San Pedro, las Ánimas del Purgatorio, Cristo en casa de Marta y Cristo con la Samaritana.

El presbiterio lo adorna un gran retablo de madera dorada, de estilo neobarroco. En su calle central, cóncava, se una imágen de Cristo Crucificado tallada en Granada a mediados de la década de 1950 por el escultor Domingo Sánchez Mesa, autor también de los retablos e imaginería que componen la decoración del edificio. El sagrario es de plata y tiene en la puerta una imágen del Buen Pastor. Por debajo puede verse un pergamino en el que se recoge el nombramiento, efectuado en 1957, de la madre fundadora del convento como hija predilecta de la villa de Villanueva de Córdoba.

En el crucero se disponen cuatro retablos; los situados en los frentes se adornan con las imágenes de la Inmaculada a la izquierda y San José con el Niño a la derecha. En los testeros del crucero se disponen dos retablos semejantes presididos por los santos más venerados por la congregación. En el retablo de la izquierda se encuentra el Sagrado Corazón de Jesús, flanqueado por San Luís Gonzaga y San Estanislao de Kostka, y en el retablo de la derecha se hallan San Ignacio de Loyola, situado entre San Francisco Javier y San Francisco de Borja, todos ellos pertenecientes a la Compañía de Jesús.

En la nave izquierda hay dos hornacinas con imágenes de San Cayetano y de Santa Teresa de Jesús y a los pies de la misma se encuentran, protegidas por una verja que las aísla del resto del templo, dos lápidas sepulcrales bajo las que descansan los restos de la fundadora del templo, María Jesús Herruzo, y los de su esposo, Antonio Cañuelo Ayllón. En la nave derecha del templo, colocados en hornacinas situadas en la pared, se encuentran las imágenes del Buen Pastor y de Santa Teresa de Lisieux. A los pies del templo, en la nave derecha, se encuentra colocada la urna que contiene la imágen de Cristo Yacente, que perteneció a la fundadora, y que fue tallado por Navas Parejo en la década de 1940. También se encuentran en esta parte del templo una imágen de vestir de Cristo Cautivo, tallado por Navas Parejo en la década de 1940, y la imágen de vestir de Nuestra Señora del Dulce Nombre, Virgen de la Paz, realizada en Sevilla en 1994 por el escultor Santiago Lara.

La iglesia del Dulce Nombre de Jesús es la sede de la Hermandad Sacramental y de Penitencia de Jesús Cautivo y Nuestra Señora del Dulce Nombre, "Virgen de la Paz", que desfila en procesión en la Semana Santa jarota, en la noche del Lunes Santo.

Bibliografía:
Merchán Rodríguez, Bartolomé (1980). Publicaciones del Ilustrísimo Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba (ed.). Cosas y Costumbres de mi pueblo, Villanueva de Córdoba.
Ocaña Torrejón, Juan (1981). Publicación del Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba con la colaboración de la Excma. Diputación Provincial de Córdoba (ed.). Villanueva de Córdoba: apuntes históricos, Villanueva de Córdoba.
Ocaña Torrejón, Juan (1972). Callejero de Villanueva de Córdoba (colección de datos históricos), Pozoblanco: Imprenta Pedro López.
VV.AA. (1995). El Grupo Arca. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Córdoba (ed.). Guía artística de la provincia de Córdoba, Córdoba. ISBN 84-7801-285-0.
Fuente:http://es.wikipedia.org/

Casa consistorial de Villanueva de Córdoba


La casa consistorial de Villanueva de Córdoba, que es el edificio que ocupa el Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba desde el siglo XIX, comenzó a construirse en 1705 y se terminó en 1707, reinando del rey Felipe V de España.
Fue construido con el propósito de ser utilizado como pósito y como cárcel de la localidad.
Los cimientos del edificio son de gran solidez y los muros exteriores, construidos en piedra, alcanzan un grosor de un metro y noventa centímetros. Mientras el edificio fue utilizado como pósito, existió una rampa en el patio que permitía a los carros de tracción animal ascender a la segunda planta, donde se almacenaban los cereales en el lugar en que actualmente se alzan las oficinas del piso superior. En dicho piso superior, a finales del siglo XIX, se efectuaban representaciones de autos sacramentales por grupos de aficionados de la localidad. Posteriormente la planta superior fue adaptada como escuela de niños, y por último, en 1952, fue acondicionada la planta para albergar una parte de las oficinas municipales.

La cárcel tenía cuando se construyó un portal y un pasillo que daba al patio; tres calabozos, y uno de ellos con ventana al exterior; un cuarto para el ministro y otro para el alcaide; cocina y dos salas enfrente de ella, con ventanas, de las que una daba a la calle Herradores y la otra al patio de la cárcel. En 1739 se ejecutaron nuevas reformas.

En el siglo XIX las dos salas situadas frente a la cocina se utilizaron como despacho de la alcaldía y la habitación que ocupaba el alcaide, como juzgado municipal. Esta habitación es la primera que uno encuentra cuando entra en el edificio y se halla en el lado derecho. Está decorada con diversas pinturas alusivas a la Justicia, tales como una representación de los Diez Mandamientos y con diversos textos en latín.

En el siglo XIX también se construyó el Salón de Sesiones, que sigue desempeñando la misma función en la actualidad, en el terreno que era patio del edificio y pósito viejo.

En 1957 se modificó todo el contorno del patio, al ser levantado un pórtico que le dio una nueva fisonomía.

Bibliografía:
Merchán Rodríguez, Bartolomé. Cosas y Costumbres de mi pueblo. Publicaciones del Ilustrísimo Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba. 1980.
Ocaña Prados, Juan. Historia de la Villa de Villanueva de Córdoba. Publicaciones del Ilustrísimo Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba. 2ª edición. 1982.
Ocaña Torrejón, Juan. Villanueva de Córdoba, Apuntes históricos. Publicación del Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba con la colaboración de la Excma. Diputación Provincial de Córdoba. 1981.
Ocaña Torrejón, Juan. Callejero de Villanueva de Córdoba (colección de datos históricos). Pozoblanco. Imprenta Pedro López. 1972
Fuente: http://es.wikipedia.org/

Antigua Audiencia de Villanueva de Córdoba


La Antigua Audiencia, es el nombre con el que se conoce el edificio del siglo XVII que en el pasado fue la Casa Consistorial de Villanueva de Córdoba, y que se encuentra en la Plaza de España de la localidad cordobesa de Villanueva de Córdoba, situada en la Comarca de los Pedroches.
Descripción del edificio
Edificio construido en el siglo XVII, con cantería de granito, situado en Villanueva de Córdoba. Su fachada principal da a la Plaza de España y su otro lado corresponde a la calle Plazarejo. Consta de dos plantas. Es de notar, como señalaba Juan Ocaña Torrejón en su obra Villanueva de Córdoba: apuntes históricos, que el pavimento del piso superior está situado veinticinco centímetros por debajo del de los tres balcones existentes en esa planta, lo que lleva a suponer que esos huecos fueron en un principio ventanas que se ampliaron al levantar el piso superior. Por otra parte, conviene observar que las molduras de piedra de los balcones de la fachada son diferentes de los de las ventanas, algo que no sucedería si todo hubiera sido edificado al mismo tiempo. Los ángulos exteriores de las barandas de los balcolnes estaban rematados en bolas de piedra blanca, siendo mayores las bolas del balcón central. Además, los hierros en forma de "S" que soportan el peso de los balcones son una clara indicación de haber sido construido el edificio en época de los reyes de la Casa de Austria, es decir, en el siglo XVI o XVII

En su fachada principal hay tres balcones, dos grandes ventanas y una puerta doble decorada con hermosos herrajes. Destaca en la fachada el escudo de España, situado en lo más alto y que algunos identificaron erróneamente en el pasado con el escudo de los marqueses del Carpio. Guarda un gran parecido, ya que fueron realizados con idéntico material, con el escudo de la torre-campanario de Villanueva de Córdoba, lo que induce a creer que fueron realizados por el mismo artista en 1778. Al lado derecho del balcón central debió estar colocado otro escudo más pequeño que desapareció y posiblemente sería idéntico a los que aún conservan algunos municipios cercanos. El edificio se usó como "Casas Consistoriales"hasta finales del siglo XIX. A principios del siglo XX fue usado como escuela, hasta 1909. En 1911, dos años después, fue habilitado como mercado de carne. En 1927 se trasladó al edificio el Dispensario Antipalúdico y se creó la Casa de Socorro de la localidad, que fue establecida aquí.

En la década de 1940 en la planta baja se instaló el Juzgado Comarcal. En 1974 el edificio fue destinado a Juzgado de Paz, por haber sido suprimido el anterior. Durante las décadas de los sesenta y los setenta la planta superior estuvo ocupada por organismos del Frente de Juventudes y del Movimiento Nacional.

Actualmente es la sede permanente del Museo de Historia local de Villanueva de Córdoba y sede asimismo de la Asociación de amigos del museo de historia de Villanueva de Córdoba. Ocasionalmente se realizan exposiciones de pintura, fotografía u otras actividades culturales.

Bibliografía:
Merchán Rodríguez, Bartolomé (1980). Publicaciones del Ilustrísimo Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba (ed.). Cosas y Costumbres de mi pueblo, Villanueva de Córdoba.
Ocaña Prados, Juan (1982). Publicaciones del Ilustrísimo Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba (ed.). Historia de la Villa de Villanueva de Córdoba, 2ª edición.
Ocaña Torrejón, Juan (1981). Publicación del Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba con la colaboración de la Excma. Diputación Provincial de Córdoba (ed.). Villanueva de Córdoba: apuntes históricos, Villanueva de Córdoba.
Ocaña Torrejón, Juan (1977). Publicaciones del Ilustrísimo Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba (ed.). Villanueva de Córdoba en el siglo XIX (Datos históricos), Villanueva de Córdoba.
Ocaña Torrejón, Juan (1972). Callejero de Villanueva de Córdoba (colección de datos históricos), Pozoblanco: Imprenta Pedro López.
Fuente:http://es.wikipedia.org/

martes, 27 de julio de 2010

Interior de la Iglesia de San Miguel Arcángel


Interior de la Iglesia de San Miguel Arcángel


Interior de la Iglesia de San Miguel Arcángel


Torre-campanario de Villanueva de Córdoba


El 24 de enero de 1777 se comenzó a construir la torre de la iglesia de San Miguel Arcángel de Villanueva de Córdoba, pero en 1778, por falta de fondos, hubieron de paralizarse las obras. Ese año, el recién nombrado obispo de Córdoba Don Baltasar Yusta donó importantes fondos para la terminación de la obra y ordenó que su escudo esculpido en granito fuera colocado en uno de los lados exteriores de la torre. El grueso de la obra se concluyó en 1780, pero no fue rematada hasta 1785.

Su altura es de aproximadamente 35 metros y su zócalo y esquinas, hasta la cúspide, están construídos a base de cantería de granito, y el resto de ella con piedra común. Para subir a la torre, sale de la planta alta del fondo de la iglesia, donde se halla el coro, una escalera estrecha de caracol, que tiene los peldaños muy desgastados.

En el campanario existió, antes de la Guerra Civil Española, una hermosa campana, que por su sonido melodioso y profunda resonancia era llamada "la Golondrina". Dicha campana fue fundida durante la Guerra Civil.

Hay constancia de que ya en 1778 había un reloj público en el municipio. En 1869 el Ayuntamiento, siendo alcalde Juan Antonio Higuera Cantador, adquirió un reloj para ser colocado en la torre junto con una campana para dar los cuartos, cuyo coste no fue abonado hasta tres años después, en 1871. En 1897 se reparó la caseta de la maquinaria del reloj y ya en el siglo XX se le dotó de dos esferas.
Fuente: http://wikanda.cordobapedia.es

Iglesia de San Miguel Arcángel


Historia del edificio

En 1553, al serle concedido a Villanueva de Córdoba el título de villa, se edificó la primitiva iglesia parroquial, que fue puesta bajo la advocación de San Miguel Arcángel, nombrado patrono de la localidad. El altar mayor fue construído en 1590 y en 1595 se instaló el retablo del altar mayor, que se supone adornado con pinturas realizadas por Juan de Mesa, natural de Córdoba, y por Pedro de Mena. En 1595 se levantó una pequeña torrecilla para la campana. En 1629 ya estaba dotada de órgano y se había adquirido, con las aportaciones de los vecinos, una Cruz de Guía de plata. Un año más tarde fue empedrado el cementerio de la iglesia. El techo de la nave central de la primitiva iglesia era de madera labrada y los techos de las naves laterales eran de madera labrada toscamente. Contaba también el templo con un tabernáculo en el que se alojaba una imágen de San Miguel, de talla, y un sagrario de madera dorada.

En 1743, siendo obispo de Córdoba Miguel Vicente Cebrián y Agustín, debido al crecimiento de la población, se decidió construir una nueva iglesia parroquial para la localidad, derribándose para ello la primitiva, siendo el arquitecto el maestro cordobés Francisco de la Mata. En 1746 se dieron por finalizadas las obras, exceptuando las de la torre-campanario de Villanueva de Córdoba, que comenzó a construirse en 1777 y se dió por terminada en 1780, aunque no se remataría hasta 1785. Ése año fue adquirido un nuevo órgano para la parroquia, destruído en 1936, y que antes de su destrucción hubo de ser reparado en dos ocasiones, en 1848 y en 1894. En 1771 se comenzó a construir la actual sacristía parroquial, adquiriéndose para ello unos terrenos colindantes con la iglesia, que se terminó en 1773. La primitiva sacristía es la actual capilla del Sagrario.

En la noche del 29 de enero de 1868 se cometió un robo en la iglesia de San Miguel Arcángel, siendo sustraídas buena parte de las obras de orfebrería del templo, que jamás fueron recuperadas. La lista de objetos que desaparecieron, extraída de la Historia de la Villa de Villanueva de Córdoba, de Juan Ocaña Prados, es la siguiente:

-Una lámpara. -La Cruz Parroquial. -Un cáliz cincelado con querubines. -Patena, cucharita y cubreformas de plata sobredorada. -Dos cálices con sus respectivas patenas. -Un copón pequeño sobredorado. -Una caja de plata y una cajita sobredorada. -Un incensario con su naveta. -Tres pares de vinajeras y dos platos, y unas vinajeras con campanita, todo de plata. -Un portapaz con la imágen de Nuestra Señora. -Un copón grande. -Dos diademas. -Cinco coronas de cinco imágenes. -Dos coronas de dos niños y un globo-mundo. -La corona del Señor de la Vera-Cruz sobredorada. -Las tres potencias de Jesús de la Columna y las tres del Cristo Resucitado. -El estandarte de Cristo Resucitado. -Un cetro de la Virgen. -Una media luna, un sol y un viril.
Patrimonio religioso destruído en la Guerra Civil Española

El 25 de julio de 1936, en el contexto de la persecución religiosa desatada durante la Guerra Civil Española, que dió comienzo el día 18 de julio de ése mismo año, fueron destruídos todos los retablos y altares existentes en la parroquia, así como la mayor parte de las imágenes que cobijaban:

-Retablo mayor: fue colocado en 1784, y se comprometió a costearlo la Cofradía de Ánimas del Purgatorio de la localidad, aunque resultó ser adquirido por Francisco Martínez Moreno y Lucía Dolores Moreno, vecinos de Villanueva de Córdoba. Como recuerdo por la generosidad de ambos, se colocó una placa en la parte baja del retablo, en el lado izquierdo, al nivel del altar mayor, en la que figuraban los nombres de los dos donantes. En el retablo se hallaban colocadas las imágenes de San Miguel Arcángel, en el centro, la de la Virgen de Luna a la derecha, y la del Sagrado Corazón de Jesús a la izquierda. La imágen de San Miguel Arcángel había sido adquirida en 1874 en un taller de imaginería de Barcelona por 350 pesetas. El artífice del retablo mayor de la de San Miguel Arcángel fue Alonso González y su coste ascendió a 10.400 reales.

-Altar de San José: en él se hallaba la imágen del santo patriarca junto con la del Purísimo Corazón de María, que se hallaba situada a su derecha. La Cofradía de San José de Villanueva de Córdoba fue fundada en 1687. Estuvo compuesta en un principio por tres hermanos, siendo su primer Hermano Mayor Mateo Fernández de Vacas. Posteriormente desapareció dicha Cofradía.

-Altar de la Virgen del Rosario: en él se hallaba la imágen de la Virgen del Rosario. La Hermandad de la Virgen del Rosario de Villanueva de Córdoba fue creada durante el mandato del obispo de Córdoba Fray Martín de Córdoba y Mendoza, a finales del siglo XVI y perduró hasta el año 1917.

-Altar de San Antonio

-Altar de las Ánimas del Purgatorio: en él se hallaba un lienzo en el que se representaba la bajada de Jesucristo a los infiernos. Al parecer el altar se hallaba situado hacia la mitad del muro del lado de la Epístola, es decir, donde hoy se alza el retablo de Santa Rita. La cofradía de las Ánimas del Purgatorio de Villanueva de Córdoba fue fundada el día 6 de diciembre de 1657 y sus Capitulaciones constaban de 25 artículos. La Cofradía de Ánimas se extinguió posteriormente.

-Altar de Santa Rita: en él se hallaba la imágen de la santa, costeada por las señoras que conformaban la Hermandad de Santa Rita.

-Altar de la Virgen del Carmen: allí se encontraban las imágenes de la Virgen del Carmen en el centro, a su derecha la de San Isidro, sufragada ésta última por la cofradía del santo, a la izquierda se encontraba la del Ángel de la Guarda y en la parte superior la efigie de San Juan Bautista.

-Retablo del Señor de la Vera-Cruz: allí se hallaba la imágen de Cristo Crucificado o Señor de la Vera-Cruz, con corona de plata adquirida en 1860 por 1300 reales y robada en 1868; a su derecha se situaba la imágen del Señor amarrado a la Columna y a su izquierda la talla de Cristo Resucitado. La imágen del Señor de la Vera-Cruz pertenecía a la Hermandad de la Santa Vera-Cruz de la localidad, creada durante el mandato del obispo de Córdoba Fray Martín de Córdoba y Mendoza, a finales del siglo XVI, y que desde el año 1632 contó con un altar propio en la parroquia de San Miguel Arcángel. Posteriormente desapareció dicha hermandad.

-Retablo de la Virgen de la Candelaria

-Retablo de San Pedro: en él se hallaba la imágen de San Pedro y en su parte superior estaba colocada una de San Ildefonso.

-Altar de la Purísima Concepción

Juan Ocaña Torrejón, en su obra Villanueva de Córdoba, Apuntes Históricos, menciona la existencia en Villanueva de Córdoba de una Cofradía de San Roque. Dicha Cofradía fue fundada hacia el año 1763 y, al parecer, contaba con un retablo propio en la iglesia de San Miguel Arcángel. La creación de dicho retablo fue solicitada en 1772, siendo colocado después de 1774, pero Juan Ocaña Prados, en su relación de los retablos y altares de la iglesia de San Miguel Arcángel de su obra Historia de la Villa de Villanueva de Córdoba, publicada en 1911, antes de la Guerra Civil Española, no lo menciona. Ello se debe a que la imágen de San Roque, cuya Cofradía dejó de existir sin que se conozcan las causas, fue llevada a principios del siglo XX a la Ermita de San Gregorio de la localidad. Dicha imágen de San Roque sería destruída en 1936 durante la Guerra Civil Española. Hasta 1936 hubo cuatro ángeles lamparios en el templo, colocados en las cuatro pechinas que soportan el peso de la cúpula central. Eran de madera, de buena factura y habían sido realizados en el siglo XVIII. Representaban las cuatro virtudes cardinales, la Prudencia, la Justicia, la Fortaleza y la Templanza.

Todos los retablos y altares anteriormente enumerados fueron arrojados a las llamas (a una hoguera encendida en la cercana Plaza de España) en la noche del 25 de julio de 1936. Ese día también fueron incendiadas todas las iglesias y ermitas de la villa, como también lo fue la ermita de la Virgen de Luna, patrona de las localidades de Villanueva de Córdoba y Pozoblanco, y situada entre ambas localidades, en la dehesa de la Jara. Sólo fue destrozado el mobiliario y no los edificios, que no sufrieron daño alguno, a pesar de que, como en el caso de la iglesia de San Miguel (que fue convertida durante la Guerra Civil en Plaza de Abastos), fueron destinados para fines a los que no estaban destinados.

Circuló en el pasado la leyenda de que en julio de 1936, la imágen de la Virgen de Luna fue arrojada desde la torre de la iglesia de San Miguel Arcángel. Sin embargo, la imágen que fue arrojada desde la torre fue la de la Virgen del Carmen que se encontraba en el templo. Una mano de la Virgen de Luna pudo ser rescatada y hoy en día se guarda en un relicario plateado de la iglesia de San Miguel Arcángel. Excepto algunas obras de orfebrería, una imágen del Sagrado Corazón de Jesús, la "Cruz de los Pinchos", un manto de la Virgen de los Dolores, y algunos otros objetos, el resto del mobiliario religioso y buena parte de los archivos parroquiales fueron destruídos.
Descripción del templo

Hasta el año 1954, la única iglesia de Villanueva de Córdoba que contaba con el rango de parroquia era la de San Miguel Arcángel. Por ello, su mobiliario y patrimonio supera al del resto de las parroquias de la villa. La iglesia se divide en tres naves, separadas por arcos de medio punto que descansan sobre fragmentos de entablamento y pilares cruciformes de granito, crucero y presbiterio. Las naves laterales se cubren con techumbres de madera a un agua y la central con alfarje decorado por casetones con rosetas. El crucero tiene cúpula sobre pechinas con linterna y los brazos del crucero van cubiertos por bóvedas de cañón con lunetos, al igual que el presbiterio.

Junto a la cabecera se encuentra la antigua sacristía, transformada en Capilla del Sagrario, de planta rectangular, cubierta por cúpula sobre pechinas decoradas con representaciones eucarísticas. La actual sacristía es de planta rectangular y está cubierta por una bóveda de cañón con lunetos y arcos fajones rebajados que se apoyan sobre ménsulas.

Las portadas laterales del templo son de granito y están formadas por un arco de medio punto con moldura exterior. La portada principal, situada a los pies del edificio, es también de granito y está formada por un arco de medio punto flanqueado por pilastras toscanas que soportan un frontón triangular. Sobre ella se alza la torre-campanario de Villanueva de Córdoba, de planta rectangular, construída entre los años 1777 y 1785, durante el reinado de Carlos III y siendo obispo de Córdoba Baltasar Yusta, cuyo escudo aparece en el cuerpo inferior de la torre, sobre el que se levanta el cuerpo de campanas con cuatro arcos de medio punto en los lados mayores y dos vanos rectangulares en los laterales, estando rematada la torre por una cúpula flanqueada por pirámides rematadas con bolas de granito. El aspecto de la torre es similar al de la torre de la Real Colegiata de San Hipólito de Córdoba, construída en el mismo periodo.

El presbisterio se encuentra cerrado por una barandilla de metal y se accede a él a través de una escalera pétrea, que lo sitúa por encima del nivel del resto del templo. El suelo de la iglesia es de madera, dispuesta en listones que conforman formas geométricas, y fue realizado en 1914, como lo atestigua una inscripción en letras de hierro colocada en el suelo del templo, cerca de la portada principal y debajo del coro.
Retablos colocados en el interior de la iglesia de San Miguel Arcángel en la actualidad

Adornan el templo varios retablos neobarrocos, entre los que sobresale el retablo mayor, realizado en Madrid en 1947. Se adorna con las imágenes de la Virgen Inmaculada y de San Miguel Arcángel, patrono de la localidad, en la calle central, y a los lados las de los apóstoles San Pedro y San Pablo, que siguen en sus formas patrones tardomanieristas. En el extremo lateral derecho se encuentra la imágen del Sagrado Corazón de Jesús, superviviente del expolio de 1936, y en el extremo derecho del retablo mayor se encuenta la imágen de San Isidro Labrador. En su parte superior, se encuentra la imágen de San Miguel Arcángel, flanqueado por dos ángeles que reposan tumbados sobre su costado. En su parte inferior se sitúa el sagrario, realizado en plata en su color. Se encuentran en la iglesia de San Miguel Arcángel los siguientes retablos:

-Retablo de la Virgen del Carmen: retablo neobarroco de madera sobredorada donde se veneran las imágenes de la Virgen del Carmen, con corona de plata sobredorada, de Santa Teresa de Jesús y de Santa Teresa de Lisieux

-Retablo del Cristo de la Buena Muerte: retablo neobarroco de madera sobredorada, en el que las imágenes se disponen a modo de Calvario, hallándose en el centro la imágen del Cristo de la Buena Muerte, realizada por José Vicens en 1947, a su izquierda la imágen de la Virgen de los Dolores, con corona de plata en su color y a la derecha la imágen de San Juan Evangelista, que data de 1991.

-Retablo de la Cruz de los Pinchos: retablo neobarroco de madera sobredorada, de construcción moderna, en el que se venera la Cruz de los Pinchos, artística cruz de madera sobredorada realizada en el siglo XVIII y en la que se disponen toda una serie de "pinchos" o puntas a lo largo, también sobredoradas.

-Retablo de Cristo Resucitado: retablo de madera pintada simulando mármol y en el que dos columnas sostienen el entablamento y la cornisa sobre la que se apoya un frontón clásico. En él se venera la imágen de Cristo Resucitado, labrada por Castillo Lastrucci en 1945. Fue adquirida para la parroquia por Matías Pedraza, terrateniente de la localidad. La imágen es la titular de la hermandad de Semana Santa del mismo nombre, que procesiona por las calles de la localidad el Domingo de Resurrección.

-Retablo de Santa Rita: de madera sobredorada y estilo neobarroco, en el que dos columnas salomónicas sostienen el cuerpo superior, formado por un arco de medio punto que soporta la cornisa, adornada con relives vegetales tallados. La imágen de Santa Rita es la titular de la hermandad del mismo nombre de la localidad.

-Retablo de San Antonio de Padua: de estilo neobarroco y construído en madera sobredorada. En él se venera la imágen de San Antonio de Padua.

-Retablo de San Francisco de Asís: realizado en madera sobredorada en su mayor parte, contiene las imágenes de San Francisco de Asís abrazando a Cristo Crucificado, de San Fernando y de Santa Lucía.

-Retablo de San José: de madera sobredorada y con columnas salomónicas en los extremos, en el se halla la imágen de San José con el Niño Jesús, de talla. Éste retablo se encuentra en la capilla del Sagrario y a sus pies se dispone un altar de mármol, sustentado por columnitas del mismo material, sobre el que se dispone el Sagrario, de bronce dorado y de estilo neobarroco. En la actualidad se usa este sagrario, mientras que permanece inactivo el situado en el altar mayor.

-Retablo de la Virgen de la Candelaria: guarda una relativa similitud en cuanto al estilo con el retablo del Cristo Resucitado de la parroquia, aunque es de menor altura y mayor anchura. Está construído en madera forrada simulando mármol. En él se veneran la imágenes de la Virgen de la Candelaria y de San Juan Bautista.

En la capilla del Sagrario se encuentra la tumba del sacerdote cordobés Marcial Rodríguez Urbano, que durante cuarenta y un años fue párroco de la de San Miguel Arcángel. Anteriormente su tumba se encontraba en la capilla del Cementerio Municipal de Villanueva de Córdoba, siendo sus restos mortales trasladados aquí en diciembre de 2005. Sus restos descansan bajo una losa en el centro de la capilla, siendo el único enterramiento efectuado en el interior del templo.

Entre las piezas de orfebrería que guarda el templo destacan una custodia de mano de principios del siglo XVII, con cabujones y aplicaciones de esmalte, un copón de finales del siglo XVIII con los punzones de Pérez y Martínez, un cáliz punzonado en 1786 por M. Repiso y Martínez, y tres cálices de principios del siglo XX, entre los que se encuentra uno punzonado por A. Merino y Pérez en 1913, artistas que punzonaron también una custodia de la misma fecha. Destaca asimismo un Crucificado de marfil del siglo XVI y la custodia que procesiona durante la celebración del Corpus Christi, labrada en 1918.
Bibliografía

-Merchán Rodríguez, Bartolomé. Cosas y Costumbres de mi pueblo. Publicaciones del Ilustrísimo Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba. 1980.

-Ocaña Prados, Juan. Historia de la Villa de Villanueva de Córdoba. Publicaciones del Ilustrísimo Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba. 2ª edición. 1982.

-Ocaña Torrejón, Juan. Villanueva de Córdoba, Apuntes históricos. Publicación del Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba con la colaboración de la Excma. Diputación Provincial de Córdoba. 1981.

-Ocaña Torrejón, Juan. Villanueva de Córdoba en el siglo XIX (Datos históricos). Publicaciones del Ilustrísimo Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba. 1977.

-Ocaña Torrejón, Juan. Callejero de Villanueva de Córdoba (colección de datos históricos). Pozoblanco. Imprenta Pedro López. 1972.
Fuente: http://wikanda.cordobapedia.es